jueves, 6 de febrero de 2014

LUJOS DE NADA


Quizás
hoy las luciérnagas me alumbren
y pueda estrecharme a la fortuna,
ahogarme en tu abundancia,
pero el caudal de mis bienes
son multitud en los vacíos.

Mi sed,
mi hambre fatigada,
desnuda el privilegio que me fue concedido
cuando las raíces me ataron,
a lujos de nada.

¡Ay cielo mío!
Si pudieras oírme,
extirpar la escasez que muere sobre la boca,
sin embargo tu me cercas,
me asfixias,
me matas.




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