sábado, 15 de junio de 2013

RECUERDOS VISIBLES














Hoy te sentí,
sentí el recuerdo
de los visibles estanques
de las aguas bravas…


Una voz palpable,
luminosa,
evocó al sepulcro de la tristeza
despertando unos parpados hambrientos
de laúdes y estelas.

Un eco en la espuela
de la aurora se aleja,
como  sueño acobardado en un vértice,
mientras un universo de terneza  y ofrenda
briznan en futuros cabellos.

Rio y lloro
con la  presente azulada  victoria,
amo y bendigo
la tibieza del delito hallado,
mas en el sabor declarado

soy  reina en la diestra de tu mano.

lunes, 10 de junio de 2013

TAN TÚ


















En el hueco de mi mano te situaste
tan delicado,
tan tú,
tan completo como una ensenada  pausada
tan vestido de amor,
tan tú.

Que olvidadas eran mis alas
entre cipreses viejos,
altos  ellos con sombra dormida
en el laúd del regazo,
a la par sus hojas arropaban
la frondosa cicatriz latente.

Muchas veces ojeaba,
te buscaba
entre luces disfrazadas de sueños,
sueños de vida alineados a mi cuerpo
un cuerpo tibio,
húmedo,
con nombre y apellido.

Y te adentras por caminos empedrados
tan suave,
tan sugerente como el beso,
tan tú,
tan apetecible,
transparente,
desnudo,
tan tú.






viernes, 7 de junio de 2013

CUARTETOS













Mañana cuando me vaya
llevaré tras de mi interminables recuerdos,
aquel tesoro que jamás hizo daño a nadie
cuando la realidad fue fantasía
y el desencanto, deseo.

Día tras día representé un papel
ajena a previstos acontecimientos,
ellos,
desfilarían como audaces soldados.
Quizá fui testigo directo
ante el maltrato de canceradas pupilas
pero los ejemplares caían rendidos sobre las manos.

De pronto, dos gloriosas puertas se abrían,
desdoblando una profunda e irremediable seducción
a través de confeccionados cuartetos.
Extirpaban,
fuegos violentos en médulas escurridas
cuando los desdenes caducaban
bajo simbólicas doctrinas.

Me petrificas, en amenes y enredados orgullos
volviendo a  ver ante mí lágrimas vertidas,
elevas  el torso,
interpreto,
percibiendo ánimas vencidas,
mientras tanto,
otros sonrojaban mejillas
entre renglones encarnados.

No puedo ignorarte,
perdería la cabeza amablemente
entre obsequiadas soledades.
Hojas cubiertas en partículas de tinta
extasían esa dulce blasfemia
convertida en albores ungidos por verídicos amantes.

Poema Publicado en la Antología Juan Ramón Molina

miércoles, 5 de junio de 2013

AGÓNICOS VÉRTIGOS













En el callado túnel se fueron aireando
gallardamente sus  agrestes huellas,
que imborrables  se repiten vencedoras
cual chacal pisa seguro ante la presa.

Abrazadme entre  matorrales y  espiga,
que las piedras  sean miembros en heridas
cuando la  dermis me contemple  llorosa
con serpenteantes  muñones en  agónicos vértigos.

Heme aquí bajo el sombrío ocaso,
ahuyentado truenos,
defendiendo la propiedad que me pertenece.
Ruidos  inclinados aspiran el  aire
entre ávidas  entrañas que aún palpitan
y suspiran ante sus dientes.

Soy cruz,
víctima en raíces de arterias
que arrebata al  hijo de mi quebrado vientre
hurtando capilares azulados,
entre tanto el cautivador latido
vive y muere en  repudiados  segundos.

Decidme si el canto estrangulador
no enmudece la palabra,
si el aliento reclamado no hiere al corazón
cuando el retrato es hielo negro
fidedigno esclavo del dolor.

Miradme, sin nombrar al  desperfecto rostro,
asesino de almas,
que con látigos de cuero y golpes triunfales,
enlutó  lo que más amaba
y ahora, ya no somos nada.

Quisiera morir  guareciéndome en  sombras infames,
ser ceniza en fondo de nieblas
al igual que un cuerpo
es victima en boca  carnívora de animales.

Tragadle con garfios de púas sobre crispadas corrientes
en las falsas telarañas moribundas,
mientras los cristales punzantes
arraigan sepultura en la sal de la sangre.

Siempre fui paciente,
el aire ya no habita en mis pulmones,
ya no reposo en el mar,
ni en el amanecer,
ni en las ciudades,
sólo espero la alegría  de tu anhelado abrazo.