domingo, 31 de marzo de 2013

CONTRA CORRIENTE


















Aquel abril pasaba lento
aguardaba en el sillón de cuero desgastado
el frío séquito de la soledad…

Allí estaba remando contra corriente,
perdida,
inmune,
olvidada en la sombra
en un recinto sin vistas
cual testigo era un ofuscado sueño
que embestía a sorbos a la animada muerte.

La opaca existencia permanecía con voz sugerente,
cual sugerente voz tiembla nerviosa en la boca
ante un discurso que revela tu desnudo diario.

Ya sé,
que mi pensamiento demente
vació el alma y emborrachó los sentidos,
mas las luces a veces dejan huellas imborrables
en las pupilas  frágiles
cuando  los labios se postran en el rostro,
en la calmada  mente.

Quisiera partir con la música en el pecho
y regresar a la fiel morada vestida de risas,
mas la pulpa de la vida me enseñó
a disfrazarme de asfalto y cerrar las grietas del llanto,
mientras,
te espero ilusionada con las manos temblorosas
y en los ojos un aliento terso impregnado de adioses
decoloran la amarga flor marchita sumergida en el barro.

Autora: SILVIA



ABSTRACTA FORTUNA



















Un silencio sin caricias
son palabras mudas,
cuando la luna cautiva la noche
en las sórdidas aristas del delirio…

En el suelo las magnolias
níveas envejecieron,
como un muro ciego sin vistas
a las ruinas de una ciudad
ultrajada  por el viento.

Una mirada triste,
un aliento sin nombre,
aceleró la apatía  de un cuerpo
en la guarida nocturna,
negando un compromiso venidero.

Rechazo la luz de los ojos fingidos
y las ausencias del cristal impoluto,
mientras una lengua certera
vocifera la abstracta fortuna.

Quizá, un obsoleto roce silente
alejara tus retinas de las mías,
y la veracidad de la pesadumbre
invade un vacio indiferente,
en la maravilla de un desnudo inocente.

Autora: Silvia

ALMA



















Mi alma se desnudó en la ciudad de los cobardes,
amamantando la existencia de la virtud
en el enredado propósito de la sinceridad.

Las calles sin salida otorgaron
la voluntad de proclamar el afinado solfeo
que se poblaba en mi blanco sentimiento.

El pasadizo de su cariño, pincelaba
 matices grises en la morada de sus creencias,
ensañándose en la candela  que les cobijaba.

Los pétalos  de mi pecho silenciaban
los honorables aullidos de la mentira,
creando el azulado paraíso en su certidumbre.

La esencia se magnificaba en su verbo,
edificando arboledas y derrotando
el rencor y la vendetta  en su interior.


En el firmamento custodio el universo,
coronando el cristal de la sabiduría
hacia la bahía perdida de nuestros inmortales corazones.

Autora: Silvia

SOLEDAD



















Yo sé,
que la burbuja del encanto se disipa,
como las estaciones duermen
en el paso de los meses,
de los años…

Quizás,
me embrujara su canto
en la sórdida noche,
y las estrellas enmudecieran
en el pulcro secano.

A veces,
eres lágrima en los ojos,
otras,
estímulo en el costado,
mientras tanto,
elaboras raíces en la esencia de mis pecados.

Aunque tu voz me enredara
en el vacío preciso de las ráfagas  azules,
cual del aliento a sorbos he bebido,
no podría retenerte entre mis manos.

Mañana cerraré mis ojos
en el nuevo tapiz rosado,
desnudaré mi espalda,
sintiendo,
soñando,
en un blanco balcón de cristales blancos.

Autora: Silvia







HÚMEDAS PALABRAS




















Soy nota en el acorde del alma
cuando el alma desnuda tu aliento.

Canto cuando el himno juglar de la mañana
se despereza en los húmedos labios,
labios de rocio que marcan la hora exacta
en la lenta  oración de los brazos.

Serenas las manos
sintiendo la frente colmada de nardos,
y el amante exclama lágrimas albas
de cristales y jazmines sobre verídicas palabras.

Mas dejo que la sombra me envuelva
como agua risueña en soleados desiertos,
fluyes vestida entre cánticos  mares
y me subyugas en la vereda de los mágicos sueños.

Y me estremezco,
bajo el amparo de la asilada  espalda
cuando el susurrado te quiero
me aísla del revuelo en fuga de ácido silencio.

Soy nota cuando abro los ojos
 y  acaricio la mente, tu piel , tus dedos.

Autora: Silvia

ALMA PERENNE



De mis ojos eres dueño
y del rocío  las mañanas verdes..

Soy ánima de gaviota
inmortalizada en el cielo azul,
jazmín en un  vergel  perenne,
desnuda de alma y cuerpo
como se desnuda el  silencio
que ama,
que envuelve.

No  niego el amor
divino que consagra
el amanecer de tus pupilas,
ni las noches impregnadas
entre lunas blancas,
muero sin morir en el ébano de barro seco
con la carencia de tus cálidos besos,
sobre mi espalda.


Aunque la oscuridad
me prestase hasta el último  aliento
y las redes encadenaran las manos,
descalzaré mis pies en  la fragua del fuego
con  labios sabor a nácar
en la tenue luz  de una candela,
y como nombre,
una etérea voz
de tu dulce verbo.

Autora: Silvia