lunes, 6 de mayo de 2013

FERMENTADOS PIANOS





















Me  rozas con voz de viento
en ferias doradas.

Aceite puro en los dedos
cual seda extendida flota
en el lúcido cuerpo virgen,
y en el labio un silbido
de velas pálidas y desnudas.

Los nardos son caricias
cuando el rostro se recrea
en la encarnada magia,
me amas,
me envuelves
con racimos de coros firmes.

Y en la estancia un  arpegio
de pacíficas  lágrimas estallan
al compás de unos fermentados pianos,
mientras el telón de los labios
se derrite en el escenario.

Podrías seducirme intensamente
mientras mis ojos se rompen en astillas,
podrías susurrarme
con la esbeltez de tu boca perfecta. 

2 comentarios:

  1. Cuando a uno le entra el miedo de comentar un poema, sobre todo cuando ese poema es de una amiga, sólo me quedan dos explicaciones posibles:
    -La primera que es demasiado bueno para arriesgarse a romper la magia que el beso de tus versos deja en nuestros labios.
    -La segunda que cerrar los ojos y ver que vas a comentar a quien admiras impone mucho respeto.
    En cualquier caso haz la suma de las dos respuestas anteriores y comprenderás que es todo un reto sumergirse en tu poesía y permanecer inmune, hacer un comentario y no dejar que el alma vuele más allá de lo que queríamos mostrar. Por eso y llegado a este punto, lo mejor es dejarte mi admiración, mi cariño y mi aprecio.
    Abrazos amiga y por favor, siempre adelante con tus versos.

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  2. Perfilaste tu alma en el comentario, dibujando palabras de admiración, es mutuo mi bella poeta, abrazos para ti.

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