miércoles, 21 de mayo de 2014

ABRIL



ABRIL


No sé si existes,
pero te noté tan presente
que pude tocarte.

Allí donde todo es intocable,
donde las puertas se cierran
y todo se vuelve negro como la muerte,
te sentí tan transparente
que las ventanas de mis ojos
te rozaron lentamente.

Con la seda de mi piel
me presenté a tus manos sin prisa,
ella buscaba entre innumerables esbozos
mientras era esclava,
sobre el raso de tus labios.

Y en este momento,
tan cristalino como un beso azul,
sé,
que no fuiste un sueño
sino las madrugadas de un perfecto mes de abril,
donde pude tocarte.



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