Quiero que permanezcas sobre mi torso desnudo
quiero que me ames como si no
hubiera madrugada…
Marta Girbés Molina
MADRUGADAS
Muchas
veces los interrogantes voceaban
desesperadamente
mi pensamiento.
Tantas
veces soñé ser
la
protagonista de aquel cuento,
en
que el suspiro era agua clara
acercándome
a tus labios llenos de aire.
Me
he detenido ante la boca,
porque
quizá mañana te calle
y
la duda dejará de ser duda
en
mi alma devastada e insegura,
entre
la vida de un amor y su muerte.
No
sé, si mis lágrimas te sangran
o
tal vez se acercan y tú las apartas,
pero
el silencio de hierro pesa sobre mí,
mofándose,
lacerando
con frías voces de apiñado esparto.
Tantas
preguntas nadan a contracorriente
con
sus manos frescas,
cuando
tú sin ver me maltratas
honrando
al dolor,
a
la constante rabia que rescatas
paralizando
recuerdos de muertas madrugadas.
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