Se escapa entre mis dedos la inocencia
como el agua del cauce al desbordar,
desnuda mi alma se refleja
en el laberinto de tus manos
Guadalupe Jiménez
Te vi,
en aquel bulevar empedrado
repleto de mosaicos que entonaban
el bonito escaparate de la esquina…
Sosegado transitabas,
lentamente descendías
entre el tumultuoso hormiguero
de personajes que se colapsan
en la extraordinaria época de rebajas,
mientras la tarde
extenuaba anaranjados paréntesis.
Pensé en las úlceras del sentimiento,
mordían irremediables polvos negros,
pero cuantas veces los alfileres
aguijoneaban y rememoraban
la adoración de impalpables labios.
Quizá la necrótica alma
estuviera cubierta de
harapos disipándose
como la tenue luz de un cigarrillo rubio,
entretanto la mirada suspendida desvestía y vestía
ante los certeros reclamos de cómodas retinas.
Te miraba en el íntimo silencio,
cual deseo existente se funde
un acariciador beso,
y la aurora ensimismada,
sumisa yacía,
victoriosamente conciliadora,
serenamente sonreía.
uuuff hermoso en ese sublime besos desde el alba lo reconoces será una tarde que no olvidaras que bello, y feliz fin desemana, un abrazo desde mi brillo del mar
ResponderEliminarBeatriz muchas gracias por tu comentario siempre feliz de tenerte , abrazos.
EliminarEs un bálsamo para el alma, no puede faltar un poema en mi lectura.
ResponderEliminarUn bálsamo eres tu mi querida amiga, muchas gracias por estar , abrazos
EliminarDifícil es encontrar las palabras que se convierten en poesía.
ResponderEliminarEspero que dure mucho tiempo tu amistad con ellas.
Miguel
Miguel muchas gracias por tu aliento, yo espero que mi amistad con ella sea para toda la vida, es lo que mas amo, abrazos
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