Amanecí en el iris de tus ojos,
anudando evidencias en el
anaranjado ejido de aquel viejo olmo,
las hojas amarillentas
arropaban el cariño
que se humedecía en tus labios tersos.
Las pepitas de oro bañaban
el arcón de la añoranza,
nutriendo la insignia
del candor
entre nítidos grabados rojos,
perfilabas, el amor en mi piel.
El salobre de mis lágrimas,
es el bálsamo que tú me regalas
en los atardeceres del celestial otoño,
y entre conjugaciones de verbos
derramas milagros en las tempestades de mi esencia.
Las pestañas de mi cuerpo se recreaban
en el cáliz de la sensibilidad,
ensortijando hebras en la cuna de la alianza
y enamorando el candil de mis asolados días,
ahí estas tú, cobijando mis entrañas.
Hermosas metáforas mi niña uuuff en ese amanecer que tu spupilas traspasan hermoso poema te quedó un abrazote desde mi brillo del mar
ResponderEliminarGracias Beatriz , muchas gracias amiga por tu comentario muy feliz de verte de nuevo besitos miles para ti
ResponderEliminarSilvia, me creo que no te llegan mis mensajes publicados, ya me lo dirás.
ResponderEliminarTu poema como siempre va teñido, co el dulzor y la belleza de sutiles metáforas.
Un abrazo.
Pablo
Pablo , ya me llegan tus mensajes , muy agradecida por tu apoyo, y tus preciosas palabras en mis versos, abrazos para ti
EliminarAMANECI EN LAS PUPILAS HUMEDAS DE TUS VERSOS
ResponderEliminarY LA LUNA SE RETIRABA A SU CASA
PARA QUE UNA NUEVA AURORA LLEGARA
AMANECI EN EL LAGO SECO DE UN VERANO LLUVIOSO
Y EL CALOR DE TUS LETRAS DESNUDO UN PLACER ESCONDIDO
QUE SE LLENO DE POESIA
SILVIA SABES MI ADMIRACION POR TI
HERMOSA POESIA Y TU BLOG ES PRECIOSO
Jorge muchas gracias por el alma que tienes y por estar aquí presente, abrazos para ti
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