Te pensé,
cuando la tarde mudaba sus ojos
mientras la noche me recordaba,
el íntimo delirio en tu piel...
Allí donde las manos
me tuvieron presa,
donde unos dedos
quedaron suspendidos sobre los poros,
allí,
la respiración se
detuvo hacia mi boca.
Y en la memoria te quedaste,
pintando el cuerpo con los besos,
labios,
rendidos sobre la carne.
Así siento tu aire,
entre suspiros desnudos
cuando un te quiero de luna,
muere sobre mi lengua.
Te amé,
cuando la noche mudaba sus ojos…
No hay comentarios:
Publicar un comentario