domingo, 27 de septiembre de 2015

EN TODOS LOS POEMAS

EN TODOS LOS POEMAS

Aprendí a volar,
como aquel que aprende
la costumbre de arrancarse una sonrisa
para los demás.
Todavía me conforta el que hoy puedo hacerlo.
Aprendí,
el lenguaje de las manos,
era más fácil escribir
a las entrañas desde aquí
y desbancar al rey de corazones.
Aprendí a reanimar los domingos
con un buen trago de ganas
de volver a pintar
sombras de color amarillo,
nostalgias con tinte azul
y así poder ser visibles para mis ojos ciegos.
Aprendí,
que los segundos pasan deprisa
con el beso del trío de ases,
sin embargo,
qué lento desaparece el asesino del miedo
en medio de un mar con desastres.
Por tanto,
aprendí a volar tan alto
que existo en todos los poemas.

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